Pensé que te podía conquistar, que podía lograr que me volvieses a amar.
Guardaba una esperanza en el corazón que me decía que podíamos ser parte de los amores que pasan a la eternidad.
Me mantuve al borde del abismo, sosteniendo tu mano para no dejarte caer, no necesitaba excusas más que mi inmenso amor por ti, para seguir peleando en una batalla que de seguro ya había perdido.
Yo no buscaba amarte así, tampoco pretendía lastimarte con tanto amor, o arruinar tus planes, planes en los que no estaba yo incluido.
Puede que ahora me aparte un poco, puede que ni lo notes, pero quiero meditar conmigo mismo unos días y sin hacer ruido alguno, para saber que voy a hacer conmigo mismo, con tanto amor y con los sueños que creé en base a el.
No hay comentarios:
Publicar un comentario