Las máscaras pueden engañar al mundo pero no pueden engañar a tu corazón, a tu alma atrapada y oculta detrás de ellas.
Las máscaras te esconden ante los demás pero no te esconden de ti mismo, de ti no puedes huir a pesar de ellas. No puedes vivir en un mundo donde constantemente escondes lo que eres, en lo que crees, lo que sientes o vives.
De alguna manera esas máscaras se quiebran ante algo, ante alguien, y revelan lo que realmente eres. Y cuando se quiebran las máscaras también se quiebran las murallas que crees que te protegen pero en la realidad te mantienen prisionero y esclavo de ellas. No te permiten ser feliz.
Ser vulnerable no es malo, fingir ser fuerte lo es.
Hasta las grietas esconden belleza, muestralas.
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