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Cosas que pasan para cambiarnos el rumbo, ya sea porque el que estamos tomando nos lleva a un lugar solitario y gris, o porque simplemente no es nuestro destino. La vida se encarga de mover las piezas a nuestro favor y muchas veces por rebeldía no nos damos cuenta de que esa pieza recientemente añadida es la que nos conviene a largo plazo o simplemente porque es lo que en ese momento necesitamos para aprender la lección y por nosotros mismos cambiar el rumbo.

Esas cosas no vienen solas, vienen acompañadas de una persona, persona que a su vez viene cargada de sentimientos nuevos que prometen llenar tu vida de nuevos colores y a veces aun estando preparados para recibirlos nuestra rebeldía con el mundo, la vida y el amor es tan grande que rechazamos esas personas y acontecimientos, regularmente sin darnos cuenta y otras veces por tercos. Cuando ese momento de cambio aparece en nuestras vidas, cuando el amor aparece sin provocarlo, sin invocarlo y se apodera de cada célula de nuestro cuerpo, lo ideal es que estemos abiertos a recibirlo, después de encontrar ese sentimiento lo ideal es dejarse llevar como se deja llevar la cometa por el viento sin oponerse.

A veces vamos tan deprisa por la vida, que nos lastimamos a nosotros mismos y en el proceso lastimamos a aquellos que nos quieren, nos volvemos emigrantes en nuestro propio espacio y no disfrutamos de esas pequeñas cosas que solo se ven cuando vamos despacio, cosas que no siempre estarán ahí para nosotros.

La felicidad es una decisión, una actitud; la felicidad esta ahí en todo momento, al doblar de la esquina, en esas personas que no esperabas, en esas personas que llegan sin previo aviso y cambian todo el panorama, pero también esta en esas personas que ya estaban ahí soportando las inclemencias del tiempo. La felicidad esta en esa persona que hace esas cosas que no esperas que haga, esta en esa persona que hace todas las cosas que habías soñado, aquella que te regala su vida, sus momentos, sus sueños, sus promesas, no porque se las pides sino porque nace de ella misma entregarte todo su ser.

Es por todo esto que necesitamos ir siempre despacio, porque a lo mejor en algún momento, en algún lugar, descubrirás cosas que ya estaban ahí y no veías por ir tan deprisa, o cosas nuevas que llegaron para construir un nuevo tu. No busques, solo camina despacio por la vida y en el momento exacto, justo cuando el amor te necesita a TI para sobrevivir encontraras eso que tanto necesitas para construirte. Y puesto que las cosas solo suceden una vez en la vida, acepta esas cosas que te ofrece, esas cosas y personas que pone el destino en tu camino para que te conviertas en una mejor persona, porque si no las aceptas en el momento justo, sino aceptas aquello que estabas pidiendo a gritos, porque simplemente no quieres detener el paso, entonces la vida misma se encargara de quitarte lo que te ha dado y solo te quedara llorar por haber perdido las cosas que haz recibido y que no valoraste, por mantenerte enfocado en cosas que no eran para ti.

Escucha el llamado de la vida, escucha su voz en esa persona que ha llegado para mostrarte el camino del cambio, un nuevo cielo y un nuevo color, observa las señales en el camino, detente a mirar a tu alrededor antes de que pierdas lo que ya tenias y lo nuevo que haz recibido. 

Todo llega en el momento en que estas preparado para recibirlo, en el momento justo en que lo necesitas, en el momento en que tienes la capacidad de darle el valor que se merece...

Abre los brazos para recibir todo aquello que la vida te esta dando.