Siempre antepuse una muralla ante los demás para evitar salir lastimado o defraudado, para protegerme del dolor, siempre luche contra los deseos de mi corazón y no le escuchaba cuando me pedía que dejara entrar a alguien, y evite a toda costa caer, y hasta el día en que te conocí fue así, por que por primera vez decidí escuchar el corazón y derrumbar esa muralla para dejarte entrar a ti.
Cuando te vi, mi corazón ingenuo creo una imagen de ti, te hizo perfecta ante mis ojos, te creyó perfecta e intachable, inalcanzable para los demás y la ideal para mi, y te amé como nunca he amado a nadie, intenté crear un mundo para los dos, compartí mis sueños, mis ilusiones, mi fé, mi amor y mi historia contigo, hice planes para nosotros, idee proyectos, intente ser ese hombre que pedías, el que creí necesitabas, cambiando lo que solía haber en mi, te deje entrar y me entregue. Al final se derrumbo, el mundo que cree para los dos exploto, dejando tan solo escombros en mi alma,y un gran dolor en mi corazón, de ese sueño en que viví desperté y le probé una vez mas al corazón que siempre se equivoco.
La duda creció y tan solo quedo el temor de volverlo a intentar, y la muralla inquebrantable que no dejara pasar a nadie mas.
La puerta esta abierta, puedes entrar y ver que hay dentro, si no te gusta lo que ves, tienes libertad de marcharte, pero por favor no cierres la puerta al salir.
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jueves, 11 de noviembre de 2010
Espejismo

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