“Promesa Perdida”

Cada promesa que me haces, me hace las noches más largas, esperando que algún día tú recuerdes regresar. Si tu no regresas nunca, la soledad me ahogara, el corazón se me quebrara y el recuerdo de tu amor por siempre se perderá.

El recuerdo me ahorca, y tu voz en el teléfono me profundiza el alma, el recuerdo de tus besos me hace creer que volverás y mi mente aun recuerda aquella promesa que tengo grabada aquí en mi mente. Es aquella promesa que palpita en mi corazón la que me hace llorar, y la chimenea aún calienta aquellos deseos vivos de besarte una vez más. Tu amor me destruye, me seca y aquella promesa que me hiciste la recuerdo como ayer.

Nunca pensé que te irías como una plegaria sorda que nadie logra escuchar, ¿Qué haré?, No sé, si creer una vez mas en un corazón ajeno a la realidad, ¿Acaso nadie escucha el dolor mas profundo y decrepito de una promesa rota?

Lo prometo, lo juro, no caeré jamás, y la tomaré de nuevo de las manos y la llevare al lugar donde murió mi amor.
Cantará con las flores, rezará con las nubes, bailará con las abejas y me seguirá por siempre como la reina abeja que nunca a podido encontrar un mendigo amor que no muera, junto al polen de las flores en la primera primavera que el tiempo se llevó.

Y llorará otra vez pero de alegría, por que tal vez encuentre la promesa escapada y forjada en la pared de la noche y de la estrella brillante que cayó en el océano de lágrimas que su gran amor dejó.

No caerá despavida en el fango del olvido por que será rescatada por una promesa de amor que llegará desde los lejos y la llenará de amor.

La encerrará en su pecho y la dejará ir cuando sea necesario, por que si la esclaviza todo será peor, primero para ella y finalmente para el amor que llegó.

Quedará libre la promesa cuando el amor que encuentre sea algo hermoso de verdad y el amor prometido no muera, nunca mas...

Rafael Bautista V.
21 de abril de 1999