Prioridad, tiempo de calidad

Hay quienes se ausentan de los momentos importantes, de los eventos cotidianos, de las pequeñas cosas que significan mucho, de lo simple pero profundo, y se dedican a poner el foco en los lugares, personas, y cosas equivocadas, luego se preguntan a dónde fue el tiempo, a dónde se fue la vida, dónde están las cosas y las personas que quiero, no entienden que no dedicaron tiempo de calidad a las cosas que si importan por estar pendientes a lo pasajero, a lo que carece de valor e importancia en sus vidas. Muchas de estas personas se dedican a perder, se ausentan de momentos que se van para siempre, tan solo dan migajas de su tiempo y afecto, porque es lo que les queda luego de haber dado todo su tiempo a lo que les aleja de lo esencial.

Su prioridad se pierde entre tanto, y no se dan cuenta que van perdiendo el tiempo, y con el tiempo todo lo demás, y entonces ya no hay vuelta atrás cuando todo lo demás decide marcharse, después se preguntan porqué han perdido, o porqué están solas, o porqué las relaciones no funcionan y se acaban, las relaciones se construyen y se trabajan a diario, son un proyecto de vida, no se dan por arte de magia o el azar, los sueños se vuelven tangibles si se trabajan, todo lo que se cuida, se le dedica tiempo y con lo que te comprometes dura.

Sobreviviendo

He estado sobreviviendo, más no viviendo, he estado a lo largo de los años sobreviviendo al dolor, al trauma, al bullying, a la soledad, al desamor, a la perdida, al miedo, al abuso, a la tristeza, a las mentiras, a la deslealtad, al desempleo, a las deudas, a la frustración, al estancamiento, a la falta de fuerza para seguir adelante, he estado sobreviviendo a tantas cosas que olvide que la vida se trata de vivir no de sobrevivir, que la vida es mucho más que respirar, más que la tristeza que se asienta, y no se marcha, mucho más que la angustia o la ansiedad ante lo que tememos, o el futuro incierto, lo que perdemos o lo que añoramos.

He estado sobreviviendo a la oscuridad, a las faltas y las carencias de todo lo que creía necesario para mí, sobreviviendo a lo poco, o a lo tonto que es el destino, a los errores y a las caídas, asumiendo que la vida pasaría de un momento a otro, en un soplido, en un aliento tibio, sin que me diera cuenta de que nunca la viví, ni de que solo sobrevivía a tantas cosas que decidí no soltar. He estado sobreviviendo a la vida, sin vivir ningún instante ni morir en ninguno, sintiendo tanto, y a la vez adormecido, fingiendo sonrisas cuando no quería, ocultando lágrimas cuando se asomaban, sobreviviendo al asilo de la muerte, sobreviviendo a la vida sin vivirla plena e intensamente, como la única oportunidad que tengo, como la existencia que es, divina y auténtica, única e irrepetible.

He estado sobreviviendo a los golpes, a los gritos, a las burlas, a la melancolía, peleando en una batalla incesante, sin saber contra qué exactamente, sobreviviendo a las migajas, a la falta de aire, a los sueños quebrados, a amores rotos, y planes cortados, y ahora me pregunto ¿Qué es vivir?

Relaciones 5 estrellas

Es importante que sepas que si empiezas algo pensando en el final, pues el inconsciente te jugara mal y harás cosas a la corta o a la larga que propicien ese final de manera inconsciente te estarás autosaboteando, pues desde antes de iniciar ya estás pensando en ello, ya estás predispuest@ al final. Las relaciones inician, y permanecen si se trabaja en ellas, si se pone esfuerzo en que funcione, no sé si serán para siempre, porque puede suceder lo que sea, el futuro es incierto y lo que tenemos es el ahora, las relaciones no vienen con instructivo ni garantía, tampoco es seguro la permanencia del otro a pesar de la entrega y el trabajo constante, tampoco es garantía el que sean siempre funcionales.

Para siempre es mucho tiempo, el tiempo lo hace uno día a día, alimentando el amor, alimentando el vínculo, por eso ya he dicho varias veces que las cosas no encajan por si solas, no se dan porque sí, hay una receta que lleva varios ingredientes para que funcione.

Como dice la canción "yo no sé mañana, si estaremos juntos, si se acaba el mundo...", esa es la cuestión de la vida, disfrutar cada momento como si fuera el último, entregarse al momento, vivirlo al máximo, porque nadie sabe cuando será su último respiro.

Las relaciones son duraderas si ambos trabajan por ello, si ambos han trabajado en su relación de manera individual y en conjunto como pareja, porque las relaciones no son color de rosa y con unicornios, es un trabajo y entrega constante, es estar porque se quiere, elegir desde la libertad, es saber que habrá momentos no tan buenos y que aún así se elige estar ahí, es saber que te puede llegar a gustar alguien más pero que eliges el amor por sobre un gusto momentáneo y eliges seguir con tu pareja, es elegir estar ahí cuando esa persona ni siquiera se soporta a si misma, es elegir estar aunque se enferme, aunque se enoje, es conversar cuando hay una diferencia y no huir ni dejarse de hablar, es buscar la solución más adecuada y sana para ambos. Las relaciones pueden durar si la gente lo quiere, pero hay gente que quiere tan solo lo lindo de las relaciones pero las cosas no funcionan así, hay quienes se rinden a la primera, hay quienes prefieren lo básico, lo fácil. Hay quienes por los miedos y los bloqueos dejan perder grandes personas, experiencias y oportunidades, cuando hay personas que no se encuentran dos veces en la vida, hay oportunidades que ni volviendo a nacer las encuentras, porque el universo, el karma, Dios o quien quieras creer te las pone en frente porque es lo que necesitas en ese momento, pero por miedo, o por vivir en el pasado y pendiente en lo que fue y no será dejan pasar las cosas, y a veces hasta por seguir mirando afuera pensando que se están perdiendo de otras cosas. Yo confieso que en momentos anteriores decía que me quedaría solo para siempre por lo que he vivido en algunas relaciones, pero no vale la pena cerrarme a conocer y experimentar cosas nuevas por un pasado que ya fue, y cuyos actores siguieron adelante, porque eso es la vida, ciclos y etapas, evolución.

Yo no te voy a negar que uno siente su temor, porque somos seres humanos, incluso yo he pasado por muchas cosas no agradables en relaciones, pero aquí sigo, ¿voy a dejar de vivir por el temor? No lo creo, se hace el intento, las cosas duran si se cuidan, no voy a pensar en el final, porque el proceso, el trayecto, para mi es más importante que el final, el final solo lo visualizo y lo pienso cuando me siento a escribir un libro porque suelo escribir primero el final y luego el resto del libro, es por eso que hay que ser honestos con nosotros mismos y con los demás, porque es importante saber estas cosas desde el principio, saber si el otro está disponible y dispuesto, eso evita dolor y sufrimiento, y procesos innecesarias, no es sano competir con historia pasada, ni con nadie que pertenezca a ella, no es funcional el repetir historias ni patrones obsoletos, lo ideal sería vivir experiencias desde la libertad, la madurez, la inteligencia, el amor, la paz, la salud y el bienestar.

A veces se piensa que nunca encontrarás a nadie con quien puedas conectar de esa manera saludable y funcional o sentirse tan libre en lo sexual, en el ser y estar, y un gran etcétera, pero, ¿Qué hace la vida? Te demuestra cuán equivocado estabas, siempre se puede encontrar algo más adelante, porque cada persona, situación, o cosa cumple su función y se va, dejando mucho aprendizaje, empujándote a un nuevo nivel de madurez y evolución.