Ayer hice una pequeña prueba con un audio corto, el cual compartí con algunas personas al azar. Esto, con el fin de ver o comprobar si las personas están concentradas realmente en lo esencial o si por el contrario permiten que algunas cosas le saquen de la concentración y los aleje de lo que realmente importa.
El audio no es mas que mi voz dramatizando un fragmento un poco poético de uno de mis libros. En el audio se puede escuchar a parte de mi voz, algunos ruidos externos. Ruidos del ambiente donde estaba, pero que no son muy fuertes, pero si lo suficientemente audibles para notarse. El hecho es que con esto me di cuenta como las personas se concentraban más en el pequeño y no molesto ruido de fondo que en lo que les decía mi voz, que de cierto modo es lo esencial del audio. Y al hacer esto se perdían y perdían el mensaje.
Otros no solo se concentraban en el ruido, también se atrevían a criticar y sacar los aspectos negativos que entendían que tenía el audio.
¿A dónde quiero ir con todo esto?
Hay quienes se desconectan rápido y con facilidad de lo que realmente importa. Hay quienes ante cualquier sacudida o ruido externo pierden el rumbo.
Hay quienes se concentran más en resaltar lo negativo de las cosas que en la simpleza y belleza de las mismas. Pero las cosas no tienen que ser perfectas, tan sólo tienen que ser como son.
A que no importa el ruido externo, ni las voces de los demás, ni el caos que imperé fuera; nunca debes dejar que esto te aleje de lo esencial. Nunca permitas que nada de eso te aleje de ti mismo, de lo que realmente importa.
Hay cosas que el ser humano puede “controlar”. Pero, hay muchas otras que no. En el caso del audio yo podía controlar mi voz, el tono, la respiración, las palabras, pero, el ruido de los demás me es imposible controlarlo porque no depende de mí. El querer controlar lo que no depende de mi solo me haría infeliz, amargado, resentido y frustrado.
¿Qué quiero decir con esto?
Que el ser humano podría dejar de intentar de controlarlo todo y concentrarse en sí mismo. Dejar de intentar controlar lo que la persona a la que tiene al lado piensa o siente, o incluso lo que hacen. Tú puedes controlar lo que viene de ti, lo que viene de los demás no. Eso sólo puedes aceptarlo, adaptarte a ello o simplemente decir No, y cerrar la puerta. Tal vez negociarlo. ¡Que no se puede ser tan radical! ¿Vale?
Deja de prestar atención a lo que mangano opine de tus sueños o de tus proyectos, y presta atención a tu intuición, a tu voz interna, a tus deseos y anhelos. A lo que realmente eres y deseas ser.
Deja de buscar las grietas e imperfecciones en los demás, tú también las tienes, y eso es lo que te hace imperfectamente perfecto. Todos tenemos grietas, solo que algunos si vemos la belleza que hay en ellas. Resalta más lo positivo de las cosas y de la gente.
¡Concentrate en lo esencial! Que el ruido externo no te desvíe del camino.
¿Qué es esencial para ti?
Bendiciones,
Ovent.