Es tiempo de buscar y encontrar tu propias costas, viajar dentro de ti y encontrar lugares emocionales donde reconocerte y reencontrarte.
Para luego encontrar a su tiempo tu propia orilla donde desembarcar y echar raíces. No puedes, ni es sano que sigas los pasos de otros, cada uno tiene su propia historia que escribir y contar. Cada uno de nosotros tiene un camino de vida distinto que recorrer. No naciste para pisar las huellas de otros, sino para dejar tus propias huellas, y hay suficientes caminos para ello, y si no los hay los haces tú mismo.
Sal a ver la luz del sol brillar y sentir su calor, eso te dirá que estás vivo, y que necesitas salir de tu zona de supuesta estabilidad para redirigir y redefinir tus horizontes.
No naciste para ser copia de nadie más, sino para ser tu mejor versión. Encuentra tu propósito, tu vocación. Dentro de ti hay un sol que brilla, no permitas que quien no ha encendido el suyo apague el tuyo.
Sal a luchar por construir tus sueños, tu vida, tu historia, sea cual sea, lo que quieras, es tuya. Como dice Miss Mía “Los sueños no se cumplen, se trabajan”. Y no sólo los sueños, el amor, la vida, tu historia, no se cumplirán solas, tienes que trabajar por ellas.
Enciende tu chispa interior, vivela, trabajala y disfrutala. Reconocete, amate, respetate, cumplete, no te dejes para después. Trabaja en tu persona, en la relación que tienes contigo mismo, es la única que te va a durar toda la vida, y vayas a donde vayas, siempre estará contigo.
Encuentra tus costas...
Bendiciones!
Ovent