“No te enfoques en lo que podría ser, enfocate en lo que es”... así dice el póster promocional de la película, y no hay nada más cierto que esto, a veces descuidamos lo que es, lo que vale la pena, la esencia original de las cosas por estar enfocados en lo que querríamos que fuera.
Cuantas veces nos hemos empeñado por hacer, conseguir o lograr cosas que no son las que necesitamos, descuidando el tiempo, descuidando lo que ya tenemos, descuidando a los que amamos y sobre todo descuidandonos a nosotros mismos, y sucede que casi todas estas cosas a veces son irrecuperables. Perdemos el tiempo en cosas sin importancia, restamos calidad a los momentos presentes, nos ausentamos de la vida, nos perdemos, y luego nos damos cuenta, y a veces tarde, que hemos perdido lo más importante por buscar lo que hace rato ya teníamos.
También, sucede que en ocasiones nos tomamos el atrevimiento de pensar que sabemos lo que el otro quiere y necesita, basándonos en lo que nosotros queremos, en lo que podría ser, en una mera ilusión de nuestra mente. No nos detenemos a preguntar que desea el otro, que necesita, nos ponemos o creemos ponernos en su lugar y buscamos las cosas en los momentos, lugares y tal vez personajes equivocados. Cuando no actuamos en la medida de lo real y nos enfocamos en las ilusiones que nos empañan la visión, tendemos a descuidar la realidad que nos necesita presentes.
Otra cuestión muy importante es que queremos planificarlo todo, creemos tener el control de todo, cuando resulta que no tenemos el control de nada. Queremos planificar la vida propia y la de los seres que amamos, viviendo con un pie en el futuro y otro pie en el pasado, viviendo lo que fue y lo que aún no es, y posiblemente nunca sea. Por esto, es necesario entender que todo lo que tenemos a la mano es el ahora, es lo único que importa y lo único real.
Cerramos las puertas que deben estar abiertas, damos respuestas equivocadas a ciertas preguntas, nos enfrascamos en la aventura incorrecta, nos hacemos daño y también a los demás, cuando tal vez lo que necesitamos es detenernos, escuchar, ver, sentir y vivir, porque resulta que vivir es mucho mas que solo respirar.
Podría decirte mucho más, pero dejaré que veas la película y saques tus propias lecciones...
Ovent.
