Está es mi última línea, escrita con sangre, desde el fondo del alma, con rabia entre mis dedos y desilusión en el corazón.
Está es mi última carta de amor para ti, ya no te dedicaré poesías, ni canciones hermosas, ya no habrán palabras escritas con estrellas para decirte que te amo.
Ya la lluvia no mojara mis labios para dedicarte un beso, ni habrá fotos con recuerdos del ayer que no se repetirá jamás, ya no seré más un romántico empedernido, ni el que te regala cometas que vuelan por las nubes al compás del viento que acaricia tus mejillas.
Ya no te daré los buenos días cantando maravillas, ni las buenas noches sorpresas, ya no seré más ese que te disgusta, aquel que con dulzura te abrazaba y te regalaba rosas, y que tenía detalles para alegrarte el alma.
Ya no habrá cartas de amor como está, con perfume de lirios que te hagan sonrojar, ni papelitos que el viento te pueda arrebatar, ya no seré más un eco que perturbe tu sueño, ni el pajarito que da bienvenida a tu mañana.
Seré ese que tu quieras, ese que no demuestra nada, la piedra fría que no derrama lágrimas de amor ni se emociona por una caricia. Ya no habrá pensamientos, suspiros, ni sollozos, sólo frío y esta carta.