Como cambian las cosas, las personas, el tiempo,
los lugares, los sentimientos, la vida, durante años fui un pequeño pinocho sin
emociones, incapaz de sonreír, de llorar y sentir, viví una vida sin emociones,
porque decidí reprimirlas, creyendo que de esa manera podría estar a salvo del
dolor que algunas emociones traen consigo. Durante años viví, si es que
eso es vivir, una existencia vacía, (porque una vida sin emociones y
sentimientos no es vida), solo para borrar dolores del pasado que no era capaz
de afrontar, y lo único que hice en vez de mantenerme a salvo fue adentrarme en
un vacio enorme del que me costo salir, y del que para poder salir por completo
me vi obligado a aceptar de golpe todas esas emociones y sentimientos que
por años guarde en mi interior.
Hoy a base de mucho esfuerzo, de muchas lagrimas,
golpes y tropezones puedo decir que he vuelto a ser yo, he aceptado mis
errores, me he perdonado y he perdonado, deje salir esos fantasmas que
por años encerré, le di libertad a las emociones reprimidas, y aunque aun me
cuesta sonreír a menudo, hoy siento que dentro de mi hay una voz que me dice
que todo estará bien.
Es verdad, sentir cuesta, a veces duele, otras
no, pero son esas emociones las que hacen de uno alguien diferente, solo hay
que aprender a manejarlas adecuadamente, solo hay que darles rienda suelta y
dejar que cumplan su cometido.
Hoy no tengo miedo de sentir, de reír o llorar,
hoy digo adiós a lo que se ha marchado y un gran hola a lo que esta por venir,
porque una vez mas entiendo que lo que no esta no es porque haga falta sino
porque Dios sabe que no lo necesitas.
Se feliz con lo que tienes.
Asi mismo sea feliz que esa es la esencia de la vidad
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