Hay marcas que en esta vida no se borran, se necesitaría otra vida para erradicarlas, eternas huellas marcadas en piedra, dolores que el alma acumula con los años y que no quiere dejar ir.
Hay miedos incombatibles, tormentas que no cesan, sombras que ninguna luz desaparece. Están esas historias con las que uno carga por siempre, están esos rencores propios que no se olvidan, no hay peor rencor que el que uno siente por uno mismo, y el perdón mas difícil de obtener es el propio.
No importa a donde vayas, esos fantasmas están ahí, están para destruirte, siempre están el pasado y su historia imborrable, esa lagrima a punto de salir que trae consigo algunas otras. Esta el desamor, esta el recuerdo que lastima al corazón, esta el dolor que punza en el alma, entonces llorar no basta, gritar no sirve, porque no desaparecen.
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