A veces sucede que nos enfocamos tanto en tener alguna cosa o en tener a alguien en nuestras vidas que nos perdemos a nosotros mismos en el trayecto, nos convertimos en alguien que no somos y somos capaces de hacer cosas que nunca haríamos sólo por lograr ese deseo de poseer aquello que añoramos y que muchas veces no es lo que necesitamos realmente. En ese proceso nos hacemos daño y posiblemente también dañemos a los que nos rodean, perdemos cosas importantes y un tiempo que no volverá.
Querer y necesitar son cosas distintas, y en ocasiones nos cegamos tanto con los deseos que creemos que son una necesidad, y resulta que en muchas ocasiones no son mas que un mero capricho.
Hay que aprender a discernir y ser capaz de reconocer cuando sólo deseamos algo o realmente es necesario en nuestras vidas, no empeñarnos en tener lo que no tiene cabida en nuestro espacio y nunca lo tendrá, dejando de lado lo que si tiene valor y significado, lo que si encaja perfectamente en el rompecabezas, pues para armar un rompecabezas cada pieza debe ser originalmente moldeada para encajar en el, es imposible colocar piezas donde no van, pues tarde o temprano se salen del espacio o simplemente se quiebran.
No se pueden forzar las cosas, los hilos del destino ya están hechos pero también se pueden cortar, nada es absoluto...
Busca las piezas correctas.
